“El abismo de lo insignificante” acerca veinte obras a través de la emoción y el despertar de la conciencia que se encuentran en los detalles de la cotidianidad en la nueva exposición de Carolina Amigó, que puede visitarse en la Galeria Dionís Bennàssar de Pollença hasta el 10 de agosto

 

“Mi objetivo es provocar emociones y despertar la conciencia de la importancia que pueden tener los detalles más sutiles de nuestra existencia”. Así es como la artista Carolina Amigó define su nueva obra bajo el título “El abismo de lo insignificante” que puede visitarse en la Galeria Dionís Bennàssar de Pollença estos días y hasta mediados de agosto.

“Con estas nuevas obras, intento crear una experiencia visual y emocional que nos invite a reflexionar sobre la riqueza y complejidad de nuestra mente y la importancia de nuestras decisiones, por insignificantes que parezcan. A través de la combinación de técnicas y la integración de elementos inesperados, como plásticos, pequeños espejos o pintura solidificada, busco resaltar la importancia de las pequeñas cosas y explorar la vastedad de posibilidades que se encuentran en nuestras mentes, un universo infinito de imaginación, experiencias y decisiones”, describe Amigó.

“El abismo de lo insignificante” invita a valorar las pequeñas cosas, a reconocer su importancia y a abrir nuestras mentes a un universo infinito de posibilidades. La artista lo consigue a través de la acumulación de pigmentos, texturas y elementos inesperados: “así invito a los espectadores a sumergirse en un viaje de autodescubrimiento, donde cada detalle cuenta como una pieza importante de nuestra creación”, relata.

 

Biografía

Carolina Amigó (Palma, 1969) crea su obra en el ámbito de la escultura, la pintura y la fotografía. Inició sus estudios de Arte en Mallorca y en 1994 se trasladó a Londres para continuar con su formación artística en los talleres de la Tate Gallery de Londres, Mary Ward Centre of Arts, National Gallery de Londres y Fundación Glass Sculpture Centre. En 2009 participó en varios talleres de la Fundación Joan Miró y pasó a formar parte del Círculo de Bellas Artes de Palma.

Ha conseguido las distinciones del Primer Premio de Pintura Fundación Coll Bardolet 2012, finalista a los Certamen Internacional de Pollença 2014 y 2015, Premio a la Mejor Artista Plástica Baleares 2018 (Rotary Club), Premio Extraordinario de la Escuela Superior de Diseño de Baleares 2019, finalista 2020 “Mujeres artistas de Baleares”, Fundación Barbara Weil-Andratx, entre otras.